«¡pero hijuca!»
«¡pero hijuca!»
era mi octavo cumpleaños
y mi madre me invitó a desear
deseo no ser china y soplé
las ocho velitas una por una
mamá, ¿por qué no me viniste a buscar
a Inglaterra? tendría el cabello rubio
y suave y largo y liso y
mis amigas lo tocarían lo peinarían
abuela, ¿por qué no le dijiste
que me adoptara en Alemania?
mis ojos serían claros mi piel
muy blanca y mi rostro finito finito
si tan solo hubieras viajado a Rusia
no me importaría ser rusa, ¿sabes?
la nariz puntiaguda y delicada
mis piernas largas como ríos
era mi octavo cumpleaños
y no entendía por qué
mi madre había decidido
ir a China a buscarme
¿querías una hija fea, mamá?
los niños dicen que las chinas
son feas
ya no me gustan mis ojos chinitos
ni mi cabeza cuadrada me dicen
que soy rara
quiero ser bonita
y subirme a la barca
— cerré mis párpados
hasta estrujarlos —
uno dos y tres: