Un poema de Julia Laberinto
Quisiera escuchar el otro lado,
el que crece y crepita
y entiende el agua.
El que vibra
en el oscuro hundirse de raíces.
El lado al que no llegan
ni palabras ni lamentos
solo la pulsión
de desvanecerse.
Solo la quietud
de lo subterráneo.
Quisiera no tener ojos
y escuchar
el reptar infinito hacia la nada
el esconderse siempre más abajo.