Sacrificio
Encontré el nuestro en el bullicio,
sobre el grito de las piedras y el sacerdote.
Me supe al cordero y al cuchillo, lejos de la voz del mundo
Me crucifiqué la célula,
la etiqueta
el albedrío.
Al final
Dios estaba acostado en mi techo.
(La salvación siempre fue dejarse devorar)