Julio es un mes muy largo
Todo el mundo sabe cómo anda el país desde julio, ya desde mucho antes, sí, pero desde julio está más dura la cosa. La guagua nos recoge a las cinco de la mañana y durante una hora se va llenando con nuestros bostezos y el vaho de las sábanas aún marcadas en las caras. Sin hablar, sin mirarnos, unos bultos encogidos en los asientos plásticos, rotos y pegajosos. Recuesto la cabeza en el cristal de la ventanilla, mientras la bestia nos escupe poco a poco en las distintas oficinas. Un árbol, un poste de luz, el amarillo temblequeante de los focos, nadie afuera, ¿quién carajo va a estar afuera a esta hora? Algunos tramos totalmente oscuros, un cigarrito ahora, estar en la cama con Milena, debajo del ventilador de techo, despatarrado, encuero, menos mal que nos mandaron a vestir de civil, un pullover es mejor que ese poliéster duro, que me roza debajo de los brazos. Ojalá que a Chicho lo manden hoy a la misma oficina que a mí, Chicho siempre me invita a cigarros. Oye, Chicho, ¿tienes un cigarrito ahí? Por si acaso se baja antes, no quedarme en ascuas. Milena no quiere que fume, están carísimos los cigarros, dime tú si vamos a gastar en eso, si te fueras a lo de Toño estaríamos mejor en todo. Chicho se alisa el bigote, registra sus bolsillos, saca una caja aplastada y me alcanza un Popular sin filtro, es la única manera de no pensar en el hambre y las puñeteras ganas de tomar café, y en Milena, Milena tan fresquita en la cama, debajo del ventilador de techo.
A las seis y media llegan los otros a hacer ronda y con ellos las jabas con bocaditos y el café. Organizar los papeles y cada uno a lo suyo: no la vayan a cagar, esto es fácil, lo mismo de ayer, presiónenlos un poco, que sepan cómo es la cosa aquí, corroboran nombre y número con los datos de la computadora, ya. Los otros siempre levantan las manos y nos dan palmaditas en la espalda, hombres cumplidos, con decoro, lo que necesitamos. Después es solo esperar mientras comentamos la pelota. A Chicho le ha tocado hoy aquí, menos mal, hoy fumaré, el negro Pepe cuenta las últimas deserciones, se fue fulano, no jodas, sí, se quedó, la Serie Nacional es una mierda ya, y tú dónde lo viste, está en Facebook, ¿quién tiene datos? El mulato Juan. Sí, claro, datos. De vez en cuando soltamos algo familiar, aunque no es muy común entre machos, Mongo tiene al cuñado con cáncer, Milena dice que tengo que dejar de fumar, Chicho se ríe, cabrón, por eso me chuleas los míos, Mongo que necesita que le presten tres mil baros hasta el mes que viene. Las noticias sobre la cosa, licuadas en la conversación, que si mengano explotó, le van a caer a zutana con todo, que si hicieron un operativo, que la próxima semana nos toca en otra oficina…