cuento II. los naranjales de San Giuliano
jóvenes antiguos encienden las vegas del tiempo y sus bebés crecen en los trópicos del mundo y los ácaros habitan la evidencia de que nada en esta tierra es más fuerte que el suceso del cuerpo que desde niño se percibe hondura fantasía de naranja que 4000 especies de mí hicieron del agnóstico un padre que en los naranjales cuidaba de sus hijos a la luz de la contingencia estival y decía así como sanándose las arrugas: este mundo torero esta tierra ontológica es de los que aman su profundidad.