La barca
anclada al sol meridiano
les ofrezco mi barca
para estacionar sus muertos
los cuerpos / desgraciados
no excluye
a quienes les han negado
lo mínimo
un lugar
por el tiempo
que duren las inscripciones
acá pueden residir
gravitando
al sol meridiano
yace la barca
no se inmuta
ante el golpe de fuga
de unas cuencas vacías
de la palabra «violeta», amarga
que la oquedad de una mandíbula
suelta al abrirse
al aire
mi lengua: gnomon
caracoles en el ribete
lento redondel
carece de sombra y culpa
pues no pregunta por el error
la barca
con los cuerpos a sus tablas
brillante
en el ritmo de la quietud
un canto que
con cada segundo
hace amor
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