Un poema de Natalia Gómez
A veces deseo concebir
en mi vientre o en mi pecho
unos piecitos que recorran mi ombligo
unas manitas pellizcando mis aureolas
A veces deseo sentir el dolor del parto
el sabor del corte en la vagina
la incisión horizontal o vertical
de las capas de mi abdomen
Hasta la grasa y coserla
A veces me miro como una madre innegable:
sonrío en los parques de todas las colonias
corro con las aves las arañas los sapos
llevo la mano hecha puño
para defender a mi hijo que apenas preexiste
Pero entonces miro
en el espejo frente al baño
mi copa llena y la prueba negativa
Me acuesto en la hamaca en que se mece
el hombre que me hace los días
Es otro mes que nos funciona
la cola de conejo
la pata de venado
la herradura en la puerta
nos hemos vuelto a salvar
de los abonos semanales
los pagos chiquitos