Esto
No tengo en propiedad ni el aire que respiro,
el peso de mi cuerpo me es ajeno,
el ruido de mis pasos,
el tenaz crecimiento de las uñas.
No poseo mi piel ni mis cabellos.
La sombra que persigue mis pisadas
no sabe quién soy yo, y no le importa.
Soy dueño del instante y de la muerte,
la conciencia de ser esto que pasa,
este poco de viento,
este soplo liviano entre las cosas.