Un poema de Gema Palacios
En Lanzarote
Con Yasmín
Nada es árido aquí.
Temblamos. Los cuerpos ingrávidos
han dejado de ser blancos y sagaces.
Ahora, desnudas, hemos recogido
piedras y peces con las manos ávidas,
vacías de un paisaje capaz de nombrar propio.
Y en el lenguaje, en la sola cavidad
de la lengua, descubro que es posible
nacer de espaldas al tiempo y a las leyes.
En esta sencilla, abierta mansedumbre.
Somos mujeres isla.
Tú y yo entramos juntas al mar
desafiando lo efímero.