Tres poemas de Moriana Delgado

Tercera persona

Imagina cuando tuvimos 

la intemperie y algo

de cardenal tenía sentarse

al borde de la tina

encarnada 

de tanto jugar

mundos infinitivos—

(hecatombe) es estar real-

mente en alguna parte

infinito en varias ramas

mi comprimirlo todo

lo habido y por haber

como cálidas llamas

sur a la ciudad

algo de molusco 

sin concha de cuerpo

comprimido y ocho 

tentáculos algo

sin comprender 

me llamarías sur— 

sería como comprimirlo todo.

Cicadas

Pierdo contornos & algo saturna mis manos con ganas de comermelo todo. Lo sé porque es verano & en verano lo sé todo; en cada invierno invento una catástrofe con olor a humedad, mido el año en persianas, nunca anoté la forma de los techos, retumba en el piso mi agua-escenario, las cosas son cardinales, son cardenales.

No sé qué es lo que nos hace mudar de dientes, comerse lo blanco de los otros ojos, algo terráqueo— un pequeño aleteo atorado entre el mosquitero y el vidrio de la ventana. Desvisto mi yo y salgo a la calle. Él está vestido, y nos miramos. Soy ninguna parte del cuerpo que piscina los techos. Las cicadas maúllan: demasiado: lo que camina sobre dos pies y me mira enemigo.


Heliotropos

No sé qué sea lo que voz 

crece pasiva dentro del voz-

que antigua como helio-

tropo de alguna novela, 

(Las persianas te decepcionan

tanto como la pantalla de tu celular. 

Yo quería que tus manos desventradas

urdieran hundirme. Me dijeran:

a las cinco de la tarde las sombras decrecen.)

Es decir, y decirse, no puedo solo trepidar 

—la  lluvia desarce: visiones

la forma de mis ojos: toda la tarde he cambiado.

Moriana Delgado

Moriana Delgado (Ciudad de México, México, 1993). Estudió Letras Inglesas en la UNAM. Fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas y del Programa Jóvenes Creadores del FONCA. Estudia en el Taller de Escritores de Iowa (Estados Unidos). Además de escribir poemas, le interesa el mandarín en su forma simplificada.

https://www.instagram.com/morianad/
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