Cuatro poemas de Paula Escrig
*
yo también podría adueñarme del lenguaje
pervertirlo y decir las agónicas brisas retuercen y se tuercen en tu gesto
una flor tu lirio busca el agua las primeras compañías caen
sin quererlo caen el reino de los vivos espero la muerte pero tú solo ves los blancos de la imagen
fíjate cómo
se rompe este poema
demasiado diciembre alrededor esta vez
es necesaria la pausa
soy un jirón que anhela beber
un discurso a medias
*
las primeras intuiciones aparecen
se abre el camino del deseo
desconocía el calor de dentro
tocar un seno
te dije por favor
tú ya voy
la palabra inocente no existe
los cuerpos con frío son tan solo cáscaras indefensas
*
mira cómo te yergues sobre el agua
mi niña
con unos pies delicados
como dijo alguien una vez
no necesitas el suelo
solo cabezas de hombres
un credo proyectivo
(que arrodillada invoco
como se invoca el deseo a medianoche
y pido a esa fuente)
qué neoplatónica estás
se nos ha olvidado cenar
dame la mano ahora
y bendigamos este pan nuestro de cada día
luego recogeremos las migas y secaremos los surcos de agua que aquí han venido a acabar
*
tu mano llama a mi nombre y te sucedo como un río
tan solo un trozo de piel cálida
tú me bautizas
yo me arrodillo
de repente te miro y
un árbol
cada parte de mi cuerpo es ahora campo
respiramos aire
fresco y la maldad
cesa
gastamos las mismas palabras / el espacio es solo la comunión de cuerpos