Poesía de Nazarena Otero

Descripción de un grito

 

Una pluma que cae al suelo.

Un orgasmo mudo y doloroso cuando alguien no debe escucharte.

La soledad.

Las pupilas dilatadas.

El tipeo de un teclado a las tres de la mañana.

Un adulto que llora.

Una mujer que sonríe.

El atardecer rojo y violento.

La noche.

El amanecer al salir de una fiesta larga.

Cuando termina una película en el cine.

Leer un poema.

Una infección urinaria. 

El café aguado de los velorios.

Plantas de interior en verano.

Los taxis en la madrugada. 

Mucha gente subiendo las escaleras.

Un hospital.

Las flores frescas en una tumba.

Carne roja cruda.

Una foto poco favorecedora.

La primera menstruación.

El labial que se corre por las razones equivocadas.

Los hombres que usan gafas.

Las fosas comunes.

Los cuadernos a medio acabar.

El sexo a medio acabar. 

La ciudad un domingo por la noche. 

 

Esto que me sube por la garganta y me desinfla como a una muñeca, cuya envoltura de plástico corrobora que alguna vez tuvo algo dentro.

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Xian

 

Mi padre y su lengua recortada,

Inexistente,

Rescatada

De entre las cenizas de libros prohibidos

Y del mármol tallado

Que preserva el cuerpo de un dictador.

 

Mi padre,

Y su nacionalidad partida, 

Su pasaporte incrédulo,

Sus sentimientos inconclusos,

Su dialecto ritual.

 

Mi padre,

Sus cavilaciones,

Sus lágrimas escondidas,

Contenidas,

Inesperadas,

Talladas en sus huesos,

Surcos en sus iris de mar, 

Meridianos en sus manos callosas.

 

Mi padre,

Que no es español,

Ni gallego,

Ni uruguayo, 

Que regentaba barcos

Pero que no sabe nadar.

 

Mi padre,

Que grita y vocifera,

Pero no vota

Porque nadie lo representa,

Porque nadie lo respeta

 

Mi padre,

La piel camaleónica,

Como un helado mixto,

Roja y cuarteada fuera,

Representando quien es,

Color leche dentro,

Representando quien pudo ser.

 

Mi padre,

Un apátrida.

 

Mi padre,

Una patria en sí mismo.

Nazarena Otero

Nazarena Otero (Montevideo, Uruguay, 1999).

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