Poesía de Gloria Gil
1
Si de las maderas dependiese que yo fuera,
no tendría fuerza propia, no tendría
la preocupación de haber herido
al pasar mi hoja por el envés.
Soy granada, alambrada que te oprime, concertina
que te ayuda cuando son jirones
ya tus manos.
El disfraz del disfraz de una droga que no engancha.
Ínfima mota de polvo.
Olvida, por favor,
olvida este poema.
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2
Preparo las pastillas los domingos:
las vitaminas,
los minerales,
los antidepresivos.
Con el cuidado del jardinero que introduce semillas
solo un centímetro por debajo de la tierra, no más,
(ponlo fácil a la energía de cada planta)
coloco cada cápsula.
Es un calendario de angustia y esperanza, sé que soy
porque pasa otra semana,
sin que haya pasado realmente.
Todo está
[bien].
Mi cuerpo
no ha podido crear esa savia,
esa magia de la que te hablo
que hará crecer verde, flores, sensateces.
…