Teoría de la memoria
Tienes una manzana en la mano,
la miras
la miras
y tienes el presentimiento de haber olvidado algo.
Quién sabe, de todas las veces que fuiste,
desapareció
No sabes qué es.
La manzana te devuelve la mirada,
no sabes qué es.
La estrellas contra el suelo,
esperas que broten de los pedazos.
Silencio, tu respiración.
Silencio, la respiración entrecortada de la manzana.
Era justo que dirigieras tus manos
con devoción hacia ella,
pero pisas un pedazo,
No brota.
Pisas otro,
la manzana.
Al final, te recuestas entre los pedazos:
pones uno en tu frente,
te comes otro,
pones uno en tu ombligo.
Otra vez, lo único verdadero,
era la absurda lucidez en el frío del suelo en tu espalda.
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*
Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza
Lucas 22:45
Caído
entre compasión y delirio
tienes una visión:
te sientas,
en medio del desierto
a observar el calor
distorsionando a lo lejos un leopardo.
Camina hacia ti, pero no hay claridad de ningún destino,
camina hacia ti como hacia una utopía
te alcanzan
todos los leopardos cálidos corriendo bajo el sol
y entre el desastre,
el milagro ocurre:
otra vez has caído
entre compasión y delirio
ahora, con arena caliente en la cara
tienes una visión:
despiertas,
es dos de abril del dos mil diecisiete,
estás recostado en el comedor
con los pulmones tibios
y el refrigerador sigue teniendo esa conversación
absurda consigo mismo.