Herencia
Micheile Henderson
A mis abuelos
Tengo vuestras palabras en la boca.
Me sorprendo al decirlas
con naturalidad; nunca las busco, vienen
como un gesto aprendido hace ya mucho
o mi respiración.
Y eso me gusta,
me gusta ver que hay algo de vosotros
que está dentro de mí,
y que respira,
y que mientras yo viva
no morirá
también
que, de alguna manera, al pronunciarlas siento
que puedo convocaros junto a mí
y sentir, aunque leve,
vuestro abrazo.