Andrés Segura - Poesía

Perdón, padre

El perdón no tiene un color asignado.

Pero me vestiré con el nombre y cuerpo 

de los hijos modélicos, 

bíblicos: David, Samuel, Isaac…

Haré el silencio recostado en tu hombro

de hombre sufrido en silencio, 

como el sediento que solo bebe y habita la sombra

después de las heridas. 

No miraré tu cara. 

Sabré que estás vivo porque sostienes mi cabeza. 

La palabra hijo no será entonces un sinónimo de víctima.

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Lo que no debe el cuerpo de un hijo

Papá se quedó.

Su mano en mi cara pesaba tanto

como la primera vez que mi boca no pronunció las palabras

que él demandaba.

Mamá no estaba.

—Mejor, pienso—.

Papá se quedó.

Las paredes de la casa tenían pulso de gelatina.

Los bichos abandonaron sus hogares de grieta.

—Aquí sentí envidia—.

Papá se quedó.

Su sombra se percibe aun cuando su nombre no asoma.

Desde el fondo de su cuarto, ropa o zapatos nace un grito

que censura.

Nuestros cuerpos se asemejan a las paredes.

El cuerpo de un hijo nunca debería temblar.

Andrés Segura

Andrés de Jesús Segura Amancio (República Dominicana, 1998). Actualmente vive en Vitoria-Gasteiz, España, ciudad en la que se graduó como Filólogo Hispánico, por la Universidad del País Vasco. Recientemente ha obtenido la titulación de Máster Universitario en Literatura Española e Hispanoamericana, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Escribe poesía desde 2019.


https://twitter.com/AndrsdeJess15
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