La casa que se habita con los sentimientos

Los ensayos de Olivia Teroba

Olivia Teroba, foto de: Mónica Garrido

El primer libro de Olivia Teroba Un lugar seguro, apareció de manera inicial en los estantes de pequeñas librerías de México en el año de 2019, cuando la editorial Paraíso Perdido lo publicó en una edición cuya portada era de un fondo rosa pastel con letras blancas y un pequeño dibujo de una mujer que se asoma por la ventana —de una casa quizás— en la esquina superior derecha. Hace unos cuantos meses, en 2023 reaparece con una fuerza de circulación mayor, dado que ahora fue la Editorial Sexto Piso quien lo sacó a la venta, en una edición en cuya portada ilustrada priman la mezcla de colores pasteles sobre un fondo blanco.

Este libro es un compendio de pequeños ensayos en los que la autora reflexiona sobre el hogar y las formas en las que este se habita. Es un híbrido entre ensayo literario, autobiografía y bitácora de la cotidianidad. De modo que la obra comienza por el lugar más obvio, el más sencillo de explicar quizás. El departamento en el que vive Olivia Teroba. A su vez se nos cuenta la información sobre el cambio de las condiciones de existencia en él, pues su hermano menor se ha mudado junto a ella al pequeño espacio en el que tienen que reorganizar la disposición de los muebles, generar acuerdos y establecer horarios para poder convivir de una manera más orgánica.

El inicio que parecería de una importancia insignificante, abre el camino a múltiples dimensiones de significados para palabras como casa, hogar, habitación o familia. Cada uno de los ensayos que conforman el libro, es la descripción de alguno de los lugares en los que la autora ha morado o de los cuales se ha sentido parte. Por lo tanto, el comienzo es con su propio departamento y con los pormenores de las condiciones de su escritura: el ocio es una de ellas y también uno de los temas transversales a todos los textos presentes en el escrito. Con las condiciones en el hogar ahora renovadas, su hermano se presenta como una contraparte, un hombre con un trabajo estable y horarios bien definidos para realizar sus actividades cotidianas. ¿Dónde queda el lugar de la escritura en un mundo que separa aquellos trabajos que son funcionales al capitalismo de los que no?

Teroba elabora una respuesta que no es sencilla y de la que nos hablará en forma gradual.

En las páginas siguientes la autora nos cuenta un poco más acerca de ella, de su infancia y en general de su vida. Como lectores nos damos cuenta de que el hogar rebasa las fronteras de la casa como una construcción física. Sin nacionalismos ni regionalismos identitarios la escritora tlaxcalteca pone de manifiesto cómo detrás de su lugar de origen, una trama de historias familiares ayudan a poner en pie la narrativa propia. Hay que ir más allá de las apariencias.

La urdimbre de la historia en México señala a los tlaxcaltecas como traidores. Un grupo indígena que pactó con los españoles y fue elemento clave para el triunfo de la expedición de conquista. Miles de profesores de educación básica hacen alusión a esto en los cursos anuales pero, más allá de la anécdota histórica, un silencio pareciera conjurarse sobre la región. Incluso existen chistes sobre su inexistencia. No así en la familia de Teroba, ni en ella misma. El libro y las historias que nos cuenta son también un recordatorio de que existe y que suceden en sus tierras eventos de los cuales es necesario hablar.

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Este pequeño estado atravesado por la violencia, actualmente representa uno de los puntos de trata de mujeres más grandes del país. Es quizás por el miedo de enfrentarnos a algo terrorífico que somos incapaces de encarar, que hacemos chistes sin gracia al respecto.

Este estado, el segundo más pequeño de México, con apenas 4019 kilómetros cuadrados, es uno de los más densamente poblados del país. Es también el punto de partida de la escritura de Olivia Teroba. Un lugar marcado por el dolor y la inseguridad, pero también por el conocimiento de muchas primeras veces. La autora dibuja un mapa al lector con sus relaciones de pertenencia: su madre, su abuela, su hermano, los tratamientos dentales, la tristeza y el amor.

Este mapa se extiende a los artistas. En un primer momento con la investigación sobre los autores locales, ¿existen escritores reconocidos a nivel nacional que provengan de allí? ¿o algún otro artista? Existen pintores y escritores, nos responde, y nos cuenta un poco acerca de ellos. Luego pasa a sus propias influencias: un racimo de referencias que son como un andamiaje; nombra a Simone de Beauvoir, Janice Raymond, Johanna Hedva, entre muchas otras. Todos los autores y autoras que se citan en el texto, hacen una sutil aparición; quizás porque la realidad siempre supera a la teoría, o porque esta se encuentra allí solo para articular lo que se desborda frente a los ojos de los lectores y espectadores…

Diana Thalia Jiménez Martínez

Diana Thalia Jiménez Martínez (Ixtlahuaca, Estado de México, 1994). Licenciada en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Ha escrito textos fantásticos y de ciencia ficción, así como poemas y ensayos publicados en revistas mexicanas como Espejo Humeante, Ágora-Colmex,  Revista Primera Página, Punto de Partida (UNAM).

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