Un poema de Laura Pérez Marrero

Mckenna Phillips

Vuelvo a una ciudad en la que estuve contigo y pienso en las piedras para no llorar

En el principio era la piedra

y sobre la piedra fue lo demás. 

Llegaron, después, los hombres. 

Se irguieron para distanciar

Su mirada de la tierra.

Fueron engendros lampiños 

Y sus manos deformes

inventaron 

el agarre y el golpeo.

Dos pulgares oponibles fueron suficientes 

Para fundar la violencia. 

Aprendieron a hablar

y a matarse. 

Por los muertos crearon 

a los dioses. 

Entonces, y no antes, tuvieron miedo

Y enterraron a los hombres.

Por el habla aprendieron a decir 

esta piedra es mía. 

Mía y no de otro.

Con el habla llegó el roce y con el roce

El fuego. 

Los hombres erguidos se plegaron

y acercaron sus bocas al suelo.

Escogieron la quietud

de la presa 

y fundaron con ella

y con sus piedras 

ciudades. 

Ciudades como esta, 

donde las naranjas 

crecen en las plazas 

sus raíces absorbiendo con ansia el agua

a través de todas las 

esta piedra es mía, 

robándole minerales al génesis.

Donde las naranjas

son pasados arqueológicos

y guardan rituales de amor antiguo. 

No hemos cambiado tanto. 

Fruta atemporal en boca,

seguimos comiéndonos 

a nuestros muertos.

Laura Pérez Marrero

Laura Pérez Marrero (Las Palmas de Gran Canaria, España, 1998). Es graduada en Biomedicina Básica y Experimental por la Universidad de Sevilla. Realizó el Máster de Estudios Literarios y Teatrales en la Universidad de Granada y ahora cursa allí el Grado de Literaturas Comparadas. Ganadora de Ucopoética 2023, no ha publicado nada hasta la fecha.

https://www.instagram.com/laupm98/
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