28 A
Voy camino de mirar tus ojos llenos.
Miro un paisaje arrugado. Se ordenan los molinos y parecen cruces.
A qué se parecen los pueblitos iluminados de mi ventana.
A las brasas de los restos de una hoguera de junio se parecen.
El día se abre sobre una montaña de terciopelo.
Y como yo, un pequeño lago amanece esperando a ser interrumpido.
No habrá ya un espejo sin la vida y sin la muerte.
Ya sé que me iré sin saber el nombre de ninguna estrella.