Cinco poemas - Sara Martín
Trance
Es posible que asistan al parto, las incontables rodillas del padre
y el trance de un médico moderno;
dar a luz,
dar a oscuridad.
El apoyo moral de los nacimientos,
todo lo cierto nos manipula.
Ahora que ya no somos naturaleza el sexo es homogéneo, elemental,
el cuerpo más hospitalario soportando un contexto
que no causa escándalo en el mundo.
La información sale del estómago de una ballena blanca,
de acuerdo con un modelo que ordene ternura y elabore el impulso conyugal:
hierbas curativas y dos cielos sin control.
Ya nos han explicado que cargamos con el símbolo,
la cultura del latido,
callada,
tensa.
Solo nosotras sabemos lo que se cuece,
en este apartamento/cueva, piso/gruta,
los resquicios de nuestra conversación gotean a tiempo completo
y molestan mucho al público.
Inmaculada decepción
Una mujer en el cargo de primera ministra
preparada para la intervención fallida;
como si las cosas del mundo tuvieran gracia,
aprende que su deseo no cuenta.
En su discurso público
invertido e intercambiado,
la revancha tendrá una voz grave,
parecida a un mugido.
Lo que nuestras hijas conspiran a la sombra:
lenguaje y control,
identidades negativas codificando el mundo al raso.
Pulpos y medusas
Ciega,
ante la fotosíntesis de órganos pares
que has organizado para mí;
este flujo mano-boca acoplado al cielo
reconstituido por la madre estado / la madre máquina / la madre institución.
Renombras la praxis del desencanto
acostado en un paseo social
placentas perdidas.
Disminuimos como referencia,
únicamente el proceso nos acoge,
eres una máquina minuciosa que tiembla dentro.
Voluptuosidad suministrada en dosis,
¿qué nos distinguirá de la industria si todo esto es producción?
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Pensamiento invasor
Voces que pasan por radicales
en la negritud de lo doméstico,
un hogar tan obsesivo
reducido al pensamiento criminal.
Te llenaré de pequeñas misiones,
fabricaré el silencio más viscoso para ti.
A salvo de los usuarios de miradas brillantes,
caminas biológica y afligida,
—ácido cítrico en los ojos—
por un puente hecho de horas y escarabajos verdeazules que tú has cosechado.
Activistas alrededor del mar curadas de espanto,
la primera capa es la más dura y luego un centro detrás de otro,
estropeando el paisaje hasta la pausa más feroz:
un bebé sin clave del color del hígado en el fondo lumínico existente.
Oxitocina
El proceso que aquí describo se desarrolla temporalmente,
habla de un usurpador tierno y soberano,
la nueva combinación ya sostenida por tantas otras;
funciona para la madre intrusa, el hijo distorsión
y para las múltiples hijas que nunca aparecieron.
Mecanismos de repetición a leve escala,
aritmética de las distancias,
pesadilla abierta al escrutinio,
el problema de los dos cuerpos.
Ser proteico, oscuro, sin ventanas,
todo se apresura hacia un centro,
con la mínima guía de tu voluntad.
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