Cinco poemas - Carlos Asensio
Se produjo la caída
del imperio
y tu abrazo fue refugio
para las aves de paso.
Como un péndulo
de brazos y
manos que se balancea
a través
del magma
destructor.
~
Al pie del árbol
de la esperanza
gritaste firme:
¡aquí no hay espacio
para el eco de tu
sombra!
Brazos en alto
ojos en duelo
sonrisa de relámpago
y el ciprés cantando al
fin de la vida.
~
Tantear la exquisita
fragilidad del cráter
y manipular la superficie del
barro hasta hallar la sangre.
Remover la tierra con
paletadas de exasperación.
Convertir en necesidad la ofensa.
~
Muéstrale tus ojos al fuego.
Guarda la llave primigenia
entre los músculos del antebrazo
antes de lanzar al aire
la plegaria que todos esperan.
El mundo es
y no es
un carnaval de la belleza.
~
Buscas un guía
en este desconcierto
inacabable.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Recorres una playa
extensa como el
ovillo de la vida
y crepitante
como la hoguera de
la creación.
Golpeas con un
músculo vago
contra la inercia
del mundo conocido.
Solo necesitas un
escaparate
para el recuerdo.
~
Tropezamos con
el cristal de humo
múltiples veces
como si
la sangre de estas
venas no fuera
la puerta
de salida
a lo intangible
como si
el dolor y las
dudas no fueran
aves de paso
royendo el
musgo que
pisamos.
Avanzamos a
través
de la tierra de
los expulsados.
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