Un poema de Alba Sosa González
yo sé
que las plantas del parterre
no se tocan,
que el mar
es traicionero,
que un burgao
sirve como carnada,
que en los pliegues de la nariz de mi madre
cuando suben a preguntarme
en medio del suspiro,
está el jeito
de mi abuela.
yo sé
que vivo en rincones.
Y todo esto que sé
solo me dejan contárselo
a la tunera,
a las olas,
a la magua.
y no se lo podré contar
a mi hija,
y nunca se lo podré contar
a mi abuela.