Cinco poemas - Tomás Cohen

Luca Bravo

CUANDO A NUESTROS PADRES SE LES MUEREN SUS PADRES, ¿se vuelven menos hijos? Cuando se mueren nuestros abuelos, ¿no somos más nietos, tan sólo lo fuimos?  

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Fantaseo que el infante que fuimos sostiene nuestro cielo como el Atlante mítico, pero con tiernos brazos de leche condensada. Y que lo cubrimos, terrón a terrón, con pies verticales mientras degeneramos hacia adultos en reverso de embarazo que parece digestión. 

 

Y alucino un cordón para la ropa recién lavada del que cuelgan fotos y estilan cuentos: deviene umbilical, conecta a cuando las voces de nuestros ancestros aún provenían de sus cuerpos. Claro, seguiremos oyendo sus voces aunque los enterremos: donde sea que pisemos, levantarán con lengua la planta de nuestro pie hacia la pisada siguiente— así brotamos, envejecemos. 

Pausa para pensar en la gentileza de los progenitores: sus escombros que siempre son nuestros cimientos.

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AL CLICHÉ DEL «NIÑO INTERIOR» lo barajo en cortes transversales de árbol, donde más íntimo que el primer anillo persiste un punto de madera cardinal: años antes de cubrirse de corteza, antes de arroparse de años concéntricos, ése punto fue el tímido grosor del tallo que asomaba de la semilla. Al centro del tronco, parece un guijarro arrojado en un lago que reverbera por la superficie su descenso al fondo, rimando crestas de luz y surcos de sombra que alcanzarán la orilla— con sutiles lengüetazos de ola, la esbozarán de nuevo.

Como si yo fuera a la vez un charco y un guijarro, y me hubieran arrojado dentro mío. Como si la onda resultante de mi secreto a voces pudiera reformar el charco, mis límites de lodo.

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CON VERSOS COMO ESTRATOS, las obras completas de mi vida tienen un volumen entero sobre los placeres de las piedras. Allí hay un capítulo sobre el juego de poner una piedra sobre otra. A ese capítulo pertenece esta prosa que arruma versos como estratos:

-primero el pretender, con lascas de planeta en las manos, una torre tamaño de excremento.

-Luego, puesta la piedra más alta que es siempre la más pequeña, dejar de añadirle

-y, mientras aún se bambolea, una fe ingenua en que su equilibrio nos sobreviva. 

Mientras erigimos esa torre de piedras recogidas durante una caminata (afectos de granito, pizarra y cuarzo) palpamos la verdad de que nada nunca calza de verdad: con manos celestinas, casamos varias piedras hasta un balance hermoso por lo frágil— así lo legamos: inestable pero suficiente, nunca justo. Pero la piedra más alta es siempre la más pequeña.


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¿CUÁNTAS PERSONAS EN ESTE MOMENTO tampoco pueden dormir y también se hipnotizan con la hoguera azul de su computador por apagarse antes que ellas, esa que ventila una vocecita hiperbólica sobre un escritorio improvisado entre muslo y vientre, y ven uno tras otro episodio de alguna narrativa soporífera para masturbarse o no, para acabar o no, solos o solos junto a otra persona ya dormida; 

cuántas personas en este momento se darán por vencidas al insomnio y prenderán la luz, y volverán a un libro, a leerlo o a escribirlo, que para mí es lo mismo; 

cuántas más siguen viviendo menos vivas y así sobreviven, aparte de mí y conmigo incluido; 

cuántas personas acaban de morir o de ver morir en este momento; 

cuántas no quieren pensar más o piensan demasiado, y por eso tampoco pueden dormir a esta misma hora, minuto y segundo en otras latitudes de este globo por reventar de humanidad?


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LOS AULLIDOS TRAS BARROTES de los perros. Los perros en patios, inquietos a media noche por la sirena. La sirena, esa adivinanza contaminante que sugiere tragedias o persecuciones a media noche. A media noche en la ciudad, los aullidos de los perros que inquietos le responden (desde patios, tras barrotes) no son su mero efecto: esos aullidos son una protesta que se une para ahogar la atrocidad.

Tomás Cohen

Tomás Cohen (Pelluhue, Chile, 1984) es un escritor y traductor chileno. Ha publicado los libros Redoble del ronroneo (Buenos Aires Poetry, Argentina, 2016) y Un árbol de luz íntima (Ediciones Bastante, Chile, 2019). Sus poemas han sido traducidos a siete idiomas y publicados en revistas y antologías internacionales. Ha sido premiado con becas de la Fundación Pablo Neruda y del Fondo del Libro (Chile), del Centro Báltico para Escritores y Traductores (Suecia), de la Übersetzerhaus Looren (Suiza) y del Senado de Berlín. Es miembro de la junta de la asociación Unabhängige Lesereihen y co-organiza la serie de lecturas multilingües Hafenlesung.

https://www.instagram.com/_tomas_cohen_/
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