Transcripción de un Diario de lectura (y unas anotaciones posteriores)

Un verdor terrible, de Benjamín Labatut.

2 de noviembre de 2023

Diario, hoy empecé a leer a Benjamín Labatut. 

(Benllamín Labatut, como lo pronuncio yo, es un escritor y periodista chileno, aunque no haya nacido en Chile. La verdad es que para entonces ya sabía quién era y qué escribía, pues durante los últimos meses, Mario se había encargado de vendérmelo en cada oportunidad, como el tío religioso que te quiere convertir a su fe. Pudo más el poder de convencimiento de mi amigo que mi resistencia a no gastar cuatrocientos pesos en un nuevo autor, por lo que ese día entré a la Gandhi solamente para comprar el libro de Labatut. Así, estas anotaciones parentéticas, encajonadas, las escribo hoy que soy Labatutiano, 5 de febrero de 2024, ya que quiero comprobar algo aprovechando que lo he empezado a releer).

 

3 de noviembre de 2023

«El arte y el crimen. El crimen es un arte y el arte a veces puede ser un crimen». Pienso en esta frase de Roberto Bolaño mientras termino de leer «Azul de Prusia», el primer texto de Un verdor terrible. ¿Qué es «Azul de Prusia», para empezar? ¿Un cuento, un ensayo, un relato histórico; las tres cosas al mismo tiempo? Este trata de un color, el azul de Prusia, y la historia de ese color. Son varios los personajes históricos que aparecen: Herman Göring, comandante en jefe de la Luftwaffe; Johann Diesbach, fabricante de pinturas; Conrad Dippel, teólogo y alquimista; Fritz Haber, químico y premio Nobel. Pues cada uno, a su manera, estuvo relacionado con este pigmento sintético color azul. 

 

Publicidad

El telón de fondo es la Primera y Segunda Guerra Mundial, así que lo que leemos es la importancia que tuvo el azul de Prusia en la historia, ya que según el texto, en él se encuentra el verdadero origen del cianuro, que «te roba el aliento», «tan fulminante que solo existe un testimonio de su sabor: “Doctores, cianuro de potasio. Lo he probado. Quema la lengua y sabe agrio”»; «El veneno más importante de la edad moderna». 

Pero lo que más sorprende de «Azul de Prusia», Diario, es la manera de narrar de Labatut. El texto me ha parecido alucinante, inteligente, reflexivo. Por lo menos, yo lo he disfrutado mucho. Lo he leído al borde de la silla, a ratos con la cara llena de asombro, a ratos ciertamente horrorizado por las numerosas atrocidades que se cuentan allí, haciendo que las sintiera en carne propia.

He subrayado varios pasajes, pero por ahora solo quisiera transcribir uno, porque quiero recordarlo: 

«Uno de los componentes del elixir de Dippel fue lo que acabó produciendo el azul que adornaría no solo el cielo de La noche estrellada de Van Gogh y las aguas de La gran ola de Kanagawa de Hokusai, sino también los uniformes de la infantería del ejército prusiano, como si hubiera algo en la estructura química del color que invocara la violencia, una sombra, una mácula esencial heredada de los experimentos del alquimista, quien despedazó animales vivos y ensambló sus partes en horribles quimeras que intentó reanimar con electricidad, monstruos que inspiraron a Mary Shelley a escribir su obra maestra, Frankenstein o el moderno Prometeo, en cuyas páginas advirtió sobre el avance ciego de la ciencia, la más peligrosa de todas las artes humanas». 

Ya es tarde, Diario, debo ir a dormir. Aunque sé que me acostaré pensando en el «avance ciego de la ciencia, la más peligrosa de todas las artes humanas», y en que «el crimen es un arte y el arte a veces puede ser un crimen». Tal vez entre estas dos frases está lo que acabo de leer, tal vez… 

(Ahora sé, por una entrevista que Ignacio Echeverría le hizo a Labatut, que Un verdor terrible [Anagrama, 2020] está constituido por un ensayo, dos textos que tienen la forma de cuento, una novela corta y una especie de crónica. En este sentido, siguiendo el orden en que los enunció, queda claro que «Azul de Prusia» es un ensayo, y que Un verdor terrible es, en cierto modo, una compilación. Por otra parte, siento que el pasaje que entonces transcribí ha palidecido con el tiempo, al menos en mi mente de lector. Lo que ahora transcribiría, más bien, sería la parte final, donde Haber teme que uno de sus inventos, el de extraer nitrógeno del aire, pueda ahogar «todas las formas de vida bajo un verdor terrible», porque es el que mejor recuerdo. Una cosa más: dudo haberme acostado esta noche pensando en esas últimas dos frases. De haberlo hecho, no hubiera podido dormir, y en el fondo algo me dice que dormí muy bien).

4 de noviembre de 2023

Intimidante.

Sobrecogedor.

Adictivo.

Minucioso… parecido a las operaciones en el corazón. 

Mmm.

Efectista.

Monótono. 

Clásico… con su knockout de rigor.

Diario, he leído de un tirón «La singularidad de Schwarzschild» y «El corazón del corazón». El primero narra la vida del físico Karl Schwarzschild, que desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial envió a Einstein «la primera solución exacta a las ecuaciones de la relatividad general»; el segundo, del matemático japonés Shinichi Mochizuki, que el 31 de agosto de 2012 publicó «una de las conjeturas más importantes de la teoría de los números, conocida como a + b = c». El primero me ha gustado más que el segundo, debo decir, y la prueba de ello está en los comentarios que hice mientras leía: intimidante, sobrecogedor, adictivo, etcétera. 

No obstante, habiendo llegado a esta parte del libro, comienzo a cuestionarme por primera vez hasta qué punto lo que he leído es verdad…

Bryan Hernández

Bryan Hernández (Puebla, México, 1996). Estudió Comercio Internacional en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y una maestría en Literatura Aplicada en la Universidad IBERO. Ha sido beneficiario del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico en la categoría de jóvenes creadores. Mención honorífica en el 54 Concurso Punto de Partida UNAM, textos suyos han aparecido en revistas como Purgante, La Santa Crítica, Leviatán, entre otras. Actualmente es becario de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de narrativa.

Anterior
Anterior

¿Quién se acuerda de la música?

Siguiente
Siguiente

Un hombre que dice llamarse Borges