Ensayo de mujer con sombrero
I know how this story ends; I think about it a lot
Ted Chiang
Estás a punto de llegar. Este es el momento en el que se origina esta historia y yo estaré afuera apoyado en el cancel, observando la calle. Un año antes me habré mudado a esta que hoy es mi casa, donde se me habrá hecho un hábito pensar con la mirada perdida en el parque que hay al otro lado de la calle. Observar a la gente pasar, escuchar el ruido de los coches, contemplar el entorno. Será una de esas noches cuando estaciones tu Mazda rojo en la esquina junto a mi casa. Llevarás un vestido negro, igual que tu cabello, y en las manos un pastel de cumpleaños. Yo te seguiré con la mirada, te veré cruzar la calle, entrar en los departamentos que hay en la esquina y subir hasta el tercer nivel, el último del edificio. Después cerrarás la cortina de una de las ventanas, apagarás la luz. Aquella será la primera vez que te vea.
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Hace tiempo que la palabra inglesa realize orbita mis pensamientos. De origen francés, se escribe de forma análoga en alemán, inglés o italiano, mas no en castellano, que requiere dos o más vocablos para significar más o menos lo mismo: darse cuenta, caerle a uno el veinte. Está en el límite del lenguaje performativo sin pertenecer propiamente a él, dos o tres palabras para describir una acción que afecta exclusivamente al sujeto que la realiza (que la vuelve, por tanto, real), una palabra en inglés para comunicar un hecho que según el diccionario de Cambridge nos toma casi siempre por sorpresa. Y es precisamente ese carácter repentino lo que se escapa de traducciones y sinónimos en castellano: advertir, reparar, notar, percatarse; ninguno de esos vocablos nos evoca un sobresalto. Pero hay algo más: mientras rastreo sus origines en internet, encuentro en el diccionario Merriam-Webster que Nathan Bailey la definió así en 1721: to cause a being real, to admit as a reality. De algún modo, las cosas no suceden hasta que nos enteramos.
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10 de noviembre de 2022
Hola, vecina. Buenos días.
¿Te alcanzo a comprar huevo todavía?
9:56 a. m.
Hola!! Buenas tardes!
Ya se vendieron todos 😅 pero en un par de días vuelvo a traer del rancho y les publico en el grupo.
12:46 p. m.
Ah, ni hablar. Para estar al pendiente.
Gracias.
1:14 p. m.
A ti!! Seguimos en contacto saludos!
1:35 p. m.
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Una tarde saldré a caminar por el parque con Concho. Llevará poco tiempo con nosotros, un arquitecto chileno nos lo habrá entregado bajo el supuesto de que haremos las veces de casa puente, pero tanto él como nosotros sabremos desde el principio que no haremos tal cosa, que lo vamos a adoptar desde la primerísima noche en que vengan a conocernos. Recorreremos el parque y después veré el Mazda rojo estacionado sobre la acera frente a mi casa. No habrá estado allí antes, será fácil notarlo. ¿Cómo no hacerlo?, quiero decir. Entonces también te veré a ti sentada en el pasto, bajo un laurel de la india que ya no está, uno de los tantos árboles que se caerán durante la temporada de lluvias que azotará el parque hasta deforestarlo. Estarás justo bajo ese árbol que le regala una sombra generosa y oblicua a mi casa cada tarde, llevarás los audífonos puestos, unos audífonos blancos, y con tu teléfono te grabarás a ti misma en un video. No intentaré, por supuesto, acercarme, pero conservaré esa imagen tuya sentada sobre las raíces, las piernas cruzadas, el cabello corto. La luz del atardecer. Como un paisaje pintado al óleo.
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Volver algo real, hay mucho de performativo en la definición de Bailey. Para que ocurra un acto del habla, según las teorías de filosofía del lenguaje de J. L. Austin y John Searle, se requiere utilizar un verbo performativo en las condiciones adecuadas por la persona correcta, expresado en primera persona del singular del presente del indicativo. Este ensayo parte de la premisa —del pacto lector si se quiere— de que darse cuenta de algo es, cualesquiera que sean sus consecuencias, pero precisamente por el hecho de haberlas, un acto del habla. Significaría entonces que es la acción de caer en cuenta la que materializa el hecho, la que lo torna, si se me permite el término, verdad. Porque, aunque es indiscutible que cuando te cae un veinte el acto se percibe, primero que nada, con el cuerpo, hay una cierta inmediatez entre la sensación física de vértigo y su posterior disparo de adrenalina, y la expresión mental a través de la cual nombramos aquello que recién hemos descubierto. Existe una escena en la sexta temporada de Better call Saul que describe esto a la perfección. Sentado en el asiento del copiloto, Jimmy quiere saber cuánto tiempo tarda una persona en olvidar, a lo que Mike responde: One day, one day you’re gonna wake up, eat your breakfast, brush your teeth, go about your business. And sooner or later, you’re gonna realize you haven’t thought about it. None of it. And that’s the moment you realize you can forget. Olvidar es uno de esos actos que no suceden hasta que nos damos cuenta de que lo hemos hecho.
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18 de noviembre de 2022
Vecino buenas tardes. Hoy llegamos con huevo del rancho por si se le ofrece para la semana. Saludos ☺️
6:28 p. m.
Hola.
Sí, gracias, te encargo 14 huevitos porfa.
Igual tú me dices y paso por ellos.
6:45 p. m.
Muy bien! De 14 serían 70 pesos, te los puedo entregar a la hora que tú quieras aquí estamos hoy o mañana en la mañana ☺️
7:07 p. m.
Zas, mañana en la mañana está bien. Gracias.
7:54 p. m.
👍
7:54 p. m.
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Ese año habrá una pandemia y encontraremos nuevas formas de habitar estos espacios. Un amigo me enviará un documental sobre la producción de alimentos sustentables en huertos urbanos en Cuba y por esos mismos días trabaré amistad con los propietarios de un restaurante que quebrará, como tantos otros, durante ese periodo. Para entonces habrán sido nuestros vecinos durante cerca de un año y tendrán un cultivo hidropónico de hortalizas que será visible desde el parque. Será cuestión de tiempo ver el huerto que tendrás en la azotea, cómo no notar las camas de cultivo recortadas entre los tinacos, protegidos los vegetales con una malla-sombra igual que tú te protegerás del sol con un sombrero de palma cuando pases tiempo allá arriba, trabajando en overol. Algo me perderé al mirarte desde abajo, una parte de la imagen quedará borrada por el edificio y será entonces necesario hacer uso de la imaginación para completar el lienzo. ¿Será a eso a lo que te refieras cuando me digas que te idealizo?…